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Los anticongelantes son compuestos químicos que se añaden a los líquidos (agua, gasolina, diesel) para reducir su punto de fusión, logrando de esta forma que la mezcla resultante se congele a una temperatura más baja o hierva a una muy alta en el caso del sistema de refrigeración.
De la misma forma, los anticongelantes inhiben la corrosión de los sistemas de refrigeración de los autos que normalmente contienen diferentes metales en sus compuestos, como el aluminio, hierro fundido o cobre, lo que ayuda a que el desgaste sea menor que si se añadiera agua simple.
A lo largo de la historia del automóvil han existido diferentes compuestos químicos que se le han añadido al agua para mejorar las capacidades de enfriamiento de los autos. Estos son el metanol, el glicol de etileno y glicol de propileno.
El metanol fue un químico muy usado en el agua hasta la década de los años 40, pero los fabricantes decidieron cambiar la fórmula y mejorarla, ya que si bien funcionaba como método anticongelante, en temperaturas altas su tendencia era la evaporación, por lo que se perdía en los radiadores en cantidades mayores que el agua.
El glicol de etileno se empleó por primera ocasión en la década de los años 40, comercializándose como el "anticongelante de por vida", gracias a que sus mayores puntos permitidos de ebullición proporcionaban ventajas tanto en verano como durante el frío invernal. Hoy en día sigue utilizándose. Los anticongelantes de glicol de etileno son venenosos y deben mantenerse alejados de personas y animales, particularmente niños y perros que pueden verse atraídos por su sabor dulce. Incluso si son ingeridos pueden causar la muerte.
 El glicol de propileno es hoy en día el anticongelante más usado en la industria automotriz, ya que tiene prácticamente las mismas características que el Glicol de Etileno pero es mucho menos tóxico, a tal grado que si se llega a ingerir, existe un tratamiento relativamente sencillo para combatirlo sin tener consecuencias fatales. Además es más amigable con el medio ambiente y aguanta un poco más las temperaturas extremas.
anticorrosivos que ayudan a prevenir los sistemas de enfriamiento en perfecto estado por muchos años.
Recuerda revisar por lo menos cada semana, el nivel del líquido anticongelante que se encuentra en el tanque de reserva junto al motor de tu auto. Si es necesario, rellena con un anticongelante de las mismas características. Para ello consulta el manual del propietario.
Por mínima que sea una fuga en el sistema de refrigeración, ésta deberá de repararse de inmediato, ya que de no hacerlo, incluso tu coche podría sufrir desperfectos muy costosos por sobrecalentamiento.