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El cilindro maestro 
El cilindro maestro se considera el corazón del sistema hidráulico de frenos.  Por medio de
este, la fuerza del pedal de frenos se transfiere al fluido de frenos y se dirige a los cilindros
de freno o a las mordazas. Está dividido en dos cámaras o circuitos de acumulación de
presión separadas con el objeto de proporcionar fuerza a la mitad de los frenos en caso de
fuga o daño en uno de los circuitos.
El cilindro maestro está compuesto por:
• Depósito
• Diafragma del depósito
• Cuerpo del cilindro
• Válvulas o de retención


Funcionamiento del cilindro maestro
El cilindro maestro posee un recipiente translúcido para permitir que se observe el nivel del
fluido de frenos existente en él y posee una capacidad suficiente como para permitir que los
frenos lleguen a desgastarse por completo y aun así, tener suficiente fuerza para una
operación segura. El sistema de frenado posee una capacidad máxima que oscila entre 1 o 2
litros.
El depósito posee una ventilación hacia la atmósfera por su tapa, de esta manera permite
que el fluido se expanda o contraiga sin dificultad. De igual forma, el depósito está provisto
un diafragma de hule o un disco flotante cuya función es impedir que el fluido de freno
entre en contacto con el aire y absorba la humedad contenida en este. Cabe resaltar que la
humedad afecta el desempeño del fluido de frenos.
El diafragma además permite que el fluido de frenos se expanda y contraiga conforme se
calienta y enfría durante el funcionamiento regular del sistema de frenos. El diafragma
siempre se va a encontrar por encima del fluido de frenos.
Tip técnico: no se debe llenar el cilindro maestro más arriba más arriba de la marca de
“lleno”, para permitir la expansión que experimenta el fluido al calentarse por el contacto
con el calor generado por los frenos.
Cuando el sistema hidráulico está en reposo, este se encuentra lleno de fluido de frenos.
Una vez que el pedal de frenos es oprimido, el fluido contenido en el cilindro maestro, es
forzado por medio del doble pistón a través de las tuberías hasta los cilindros en las 4
ruedas. El fluido fuerza a los cilindros hacia afuera, en el caso de los frenos de tambor y
hacia dentro en el caso de los frenos de disco. El movimiento del pistón tiene la oposición
de resortes de retorno montados fuera de los cilindros, en el caso de los frenos de tambor y
de sello de resorte del pistón en el caso de los frenos de disco. Cuando se suelta el pedal de
freno, un resorte localizado dentro del cilindro maestro retorna inmediatamente los pistones
del cilindro maestro a su posición normal.  Los pistones del cilindro maestro tienen
válvulas de retención y el mismo cilindro tiene aberturas de compensación taladradas en el  
estas aberturas quedan descubiertas a medida que el pistón alcanza su posición normal.  Las
válvulas de retención permiten que el fluido pase hacia los cilindros de las ruedas o hacia
las mordazas a medida que los pistones se desplazan.  Una vez que se retira la fuerza
ejercida sobre el pedal de freno, los resortes de retorno de los cilindros de las ruedas
fuerzan a las pastillas en el caso de los frenos de disco o a las zapatas, en el caso de los
frenos de tambor, a retornar a su posición de reposo.  El exceso de fluido se dirige entonces
hacia el depósito por las aberturas de compensación.