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El líquido de freno es el elemento que al ser presurizado por la bomba empuja los cilindros de las pinzas contra las pastillas, produciéndose así la acción  de frenado. Para los usuarios de los automóviles es el eterno olvidado, es decir,  muy pocos conductores dan la importancia que dicho elemento tiene. Como  veremos a continuación sus características son las que aseguran una correcta
frenada, pero es un elemento que con el uso y el paso del tiempo se degrada y  debe de ser sustituido.

Las características fundamentales del líquido de freno son las siguientes: 


- Es incompresible (como todos los fluidos).
- Su punto de ebullición mínimo debe ser superior a los  230ºC. Así conseguirá permanecer en estado líquido, sin  entrar en ebullición, cuando las solicitaciones de frenada sean muy exigentes.
- Debe de tener baja viscosidad para desplazarse  rápidamente por el circuito.
- Debe de ser lubricante para que los elementos móviles del  sistema de freno con los que se encuentra en contacto no  se agarroten.
- Debe de ser estable químicamente, para no corroer los  elementos del sistema de freno con los que se encuentran  en contacto.

 Cada que tiempo debo cambiar el liquido de frenos

En la actualidad, la mayoría de los líquidos de freno cumplen con todos los  requisitos que le son demandados, pero como contrapartida y debido a la composición de elementos que tiene, posee una propiedad que obliga a que su sustitución sea necesaria cada 2 años o 70000 km. Esta propiedad es la
propiedad higroscópica, es decir, tiene una gran capacidad de absorber agua. En  ambientes húmedos, bien pudiera ser necesario el proceder a su cambio antes de los plazos anteriormente indicados.